Linda cuanto trabajo nos dieron tus orejas, no habia forma de salvarlas, al punto de tener que amputarte una y luego una vez adoptada otra, pero hoy eres un podenco feliz, sin orejas pero feliz, ya no te duele nada, y vives como una reina, que importa la estetica cuando la salud es buena :D y estas rodeada de amor.