Edmund, el blanco, tuvo un pasado muy complicado, procedente de un sindrome de Noe, y sin sociabilizar, en la protectora los voluntarios y trabajadores consiguieron que confiara en el ser humano, pero le hacia falta mucho mas, asi que se fué de acogida a casa de nuestra amiga Michaella, quien desterró sus miedos para siempre y consiguió una adopción muy especial para él, aqui le tenemos en su hogar definitivo y con su hermano, pues siempre se llevó bien con otros perros.
Se feliz, ahora si llegaste al lugar definitivo.