Renoir desde cachorro ya dejaba intuir que era el perro perfecto, te miraba como preguntandote -¿que quieres que haga?-, -¿me tengo que sentar aqui y estarme quieto?-,¿lo estoy haciendo bien? -, y asi fué creciendo, fué adoptado y ahora nos mandan estas fotos, contando lo que ya sabiamos, que es obediente y tranquilo y que se lleva bien con otros perros, que no da problemas y que su salud es envidiable, aún recuerdo la de pastillitas que le dimos con quesito, para cortarle las diarreas que tenia cuando entró en la protectora.
Me enamoré de Renoir, aunque conocemos a muchos peludos y los queremos a todos, siempre hay alguno que te llega al corazón y Renoir llegó al mio, tenia la misma mirada que mi querido Brutus, mi dogo alemán, que me dejo con 11 años por culpa de un cancer, tuve la suerte de encontrar a Renoir, y fué un regalo irle viendo crecer, junto a todos sus hermanos, muy movidos todos menos él, era el único tranquilo y que se portaba bien, ... disfruté con él cada dia, cuando les limpiaba su espacio, me gustaba ir y verle y achucharle, por que cuando me miraba, era como si de nuevo lo hiciera Brutus, y yo me via pequeñita reflejada en sus ojos, inmersa en la nobleza y la paz que transmitía. ¿no creeis que verse reflejado en los ojos de tu perro ... es como estar a salvo de todo?.
