La adaptación de Yayu no presentó ningun problema y siguen igual de felices con él, hoy nos mandan estas entrañables fotos de Yayu con las hijas de la familia, ellas son las que le han adiestrado en muchas ordenes que siempre obedece si hay salchicha de por medio :-), y si no come, entonces está durmiendo y recibiendo caricias, y es que él ya tiene una edad para no trotar mucho, se ha ganado el corazón incluso del cartero, al que no le gustaban mucho los perros, pero con Yayu ha sido diferente, y si reparte carta, tambien reparte caricia ... tambien se ganó a la madre de la adoptante, una entrañable abuelita, pero eso si, como era un poco dura de pelar, el acercamiento duró casi toda la semana santa, pero LO CONSIGUIÓ.
