Ahora si que se que este es mi hogar definitivo, solo hay que ver lo bien que me tratan, me han dado permiso para subir al sofa, a la cama, y me encanta por que se está muy blandito, yo me porto bien y soy obidiente como siempre, aqui me entienden y respetan, no se enfadan conmigo y tengo libre acceso a toda la casa, me encanta estar aqui con mi nueva familia ... por fin soy feliz.